La cuidadosa selección de los granos empleados como materia prima, hace que nuestra harina para pastelería sea un producto notablemente blanco y refinado. Su escasa formación de gluten impide que los gases originados durante el proceso de fermentación perduren. Esto hace que nuestra harina sea la materia prima ideal para aquellos tipos de productos horneados que no tienen una forma definida, como el molde para pan y los pasteles.
Nuestras propiedades reológicas de las harinas de repostería y el bajo contenido de ceniza otorgan a la masa una extraordinaria resistencia y tolerancia a los procesos de cocción y prensado más exigentes a los que se somete la mayoría de las pastas secas. Este atributo también beneficia a la pasta fresca, ya que reduce, al mínimo, la actividad bacteriana.
Por todas estas razones, nuestra harina de pastelería se emplea ampliamente en productos industriales y artesanales, entre los que podemos mencionar raviolis, fideos, nidos y pasta laminada.
Presentación: a granel, bolsas (25 o 50 kg), big-bags (500 o 1,000 kg).
Pedido mínimo: 1,000 toneladas.